BANG. Boletín informativo 32-33. Mayo-Junio de 1972Con motivo de la publicación en el
blog de Comics Compartidos de los primeros ejemplares de la reedición a color de El Guerrero del Antifaz de 1972, hemos creído oportuno exponer aquí un estudio sobre tal reedición, publicado por el fanzine BANG nº 32-33 con fecha de Mayo-Junio de 1972, o sea, con la colección recien comenzada a publicarse.
El dossier consta de un artículo de presentación con la opinión de
José Pérez Casado acerca de la reedición,
una entrevista a Manuel Puerto, dueño de la Editorial Valenciana y
otra a Manuel Gago, en la que ambos nos presentan las expectativas que tiene cada uno sobre esta reedición además de otros datos de sumo interés.
El estudio finaliza con la autorizada pluma de Antonio Lara, que expone una vez más, su opinión sobre el conjunto de la obra reivindicando sus valores , aunque tampoco considera positiva esta reedición remontada y censurada.
Por último decir que acerca de esta reedición a color de El Guerrero del Antifaz existe
un completísimo estudio con numerosos ejemplos y datos en la página web de Mariano Bayona, cuya visita recomiendo para ampliar contenidos si se está interesado en este tema.
El Guerrero del Antifaz a color.
El Guerrero del Antifaz reeditado.El día 5 de Junio de 1972 se ha puesto a la venta el nº1 de la reedición de El Guerrero del Antifaz. Con cuatro números en la calle redactamos unas páginas de aproximación primera. El tebeo se presenta en cuadernos verticales de 16 páginas a todo color más cuatro de cubierta. Tamaño 26 x 18,5 cms. Portadas dibujadas expresamente por Manuel Gago. Precio. 12 pts. Categoría “publicación juvenil”. Se complementa, en la retiración de cubiertas, con historietas de humor. Publica. Editora Valenciana S.A.,(por amabilidad de la cual nuestros suscriptores reciben el nº1 como obsequio).
Reflexión provisional ante la reedición.- La alteración de contenidos. Eliminación de viñetas, alteración de textos (reconocible en los primeros cuadernos por la distinta rotulación), modificación del dibujo en algunas viñetas, etc., que mutilan gravemente el ambiente que Gago creara en 1944 para su héroe, obligan a preguntarse por la validez de una reedición que deja de ser tal, por estos cambios, para aparecer, simplemente, con una nueva edición de un material viejo.
El producto actual se presenta, pues, como híbrido a través de los condicionantes de la edición, y obliga a plantearse una pregunta a la hora de la recensión: ¿cómo juzgar esta edición, con el criterio benevolente del recuerdo ante el tebeo de un tebeo procedente de nuestra infancia o más bien con el criterio exigente que nos impone el alto nivel que hoy ha alcanzado la historieta española? La posible respuesta se corresponde con la pregunta: ¿a quién se dirigen las reediciones comerciales de material antiguo; al público nostálgico o al público joven actual?
Habla Editorial Valenciana.La inmediata novedad que supone la reaparición del Guerrero del Antifaz nos lleva a cubrir la información directamente, recogiendo las palabras del editor y del autor de este personaje. ¿Qué intenciones, qué propósitos animan hoy a Editorial Valenciana?¿Por qué vuelve a editar los cuadernos del guerrero?¿Qué piensa Manuel Gago respecto a esta edición? Son preguntas cuyas respuestas nos interesan e imaginamos interesan también a los lectores.
Hablamos ahora con don Manuel Puerto, gerente de la editorial.
José Pérez Casado.- ¿Podría usted decirme el por qué de esta reaparición?
Manuel Puerto.- El por qué es quizás un poco nostálgico, puesto que es uno de los primeros personajes de cómics y en su época obtuvo un éxito importante, llegando la publicación a alcanzar las más altas tiradas, pues se legaron a imprimir en los buenos tiempos de este personaje hasta 130.000 ejemplares. Tenga en cuenta que le hablo de 1944/45, puesto que la aparición de esta revista en el mercado fue el 24 de Octubre de 1944.
P.C.- ¿En qué público piensan ustedes, con qué publico esperan contar a la hora de esta reaparición?
M.P.- En realidad, esta colección estaba dirigida a lo que actualmente llamamos público juvenil. Ahora se ha buscado reeditar la colección modificándola lo menos posible, dándole pues, el carácter que tenia en principio, pero cambiando cosas, poniéndolas al día como es por ejemplo la rotulación, el cierre de viñetas, fondos de manchas negras, eliminando cosas no por desvirtuar la colección, sino por mejorarla. El público que nosotros buscamos es el público que ya conoce al Guerrero porque en su juventud lo leyó y actualmente este mismo público nos pide este personaje porque le gustaría volver a leerlo. Hay muchas personas que han coleccionado los títulos del Guerrero y ahora les faltan número que es imposible encontrar. Es a estos señores también y, sobre todo, al público actual que desconoce por completo lo que era este personaje, a quienes nos dirigimos.
P.C.- O sea que ustedes buscan un mercado ambivalente el nostálgico y el actual. Bien, ¿podría comentarnos la presentación, el por qué del color?
M.P.- El color porque actualmente las revistas, por exigencias del mercado, han de estar bien presentadas, sobre todo en un buen papel blanco, a color y con un formato interesante, lo que nos ha hecho cambiar el que originariamente tenía el Guerrero, apaisado, por el vertical. El cuaderno actual lleva 16 páginas interiores con cubiertas de couché a todo color.
P.C.- ¿Y las portadas?¿No sería posible respetar las viejas portadas, con todo su sabor?
M.P.- No, las portadas antiguas no se pueden respetar porque no dan la proporción y sería muy difícil el acoplarlas al nuevo formato. Entonces, con el mismo tema incluso, Manuel Gago nos está dibujando nuevas portadas. Respecto al contenido, al ser mayor la capacidad de estas 16 páginas verticales, daremos en cada cuaderno actual 2 ó 3 de los antiguos.
P.C.- ¿Cree usted que el público responderá al esfuerzo editorial que realiza la Editora Valenciana con el nuevo lanzamiento de las aventuras del Guerrero del Antifaz?
M.P. – Sí, francamente creo que responderá todo el público que ya conoció, en su época, a este personaje y que también será un éxito entre el público más joven pues se trata de un personaje que no está desfasado en la actualidad, máxime estando ahora en candelero la resurrección de viejas glorias y teniendo en cuenta que este personaje ha sido calificado por personas entendidas como uno de los pioneros del cómic español, incluso europeo. Además el tema es bueno, el argumento es bueno, se ha procurado mejorar la edición...
P.C. - ¿También mejorar estéticamente?
M.P.- Sí, en todos los aspectos, incluso estéticamente se han reformado dibujos, se han ampliado, siempre sin variar el antiguo original, pero procurando de todas formas mejorarlo, en una palabra actualizándolo.
P.C. – Aparte del Guerrero del Antifaz ¿preveen la posibilidad de editar de nuevo algún otro personaje de su archivo?
M.P. – A plazo corto no, pero tenemos en estudio un personaje que aún se publica, Roberto Alcázar, ya que la primera aventura de este personaje tiene ya una vida de más de treinta años y, lógicamente, toda la época primera es desconocida para el público actual.
Habla Manuel Gago.
Conocido el planteamiento editorial respecto al viejo-nuevo Guerrero del Antifaz nada mejor que completar la información hablando con Manuel Gago, el hombre que creó este personaje, uno de los más populares de la historieta española de los años cuarenta y cincuenta. Nos trasladamos a su estudio y obtenemos de amabilidad respuesta a nuestras preguntas.
José Pérez Casado.- ¿Cree usted, señor Gago, que es momento adecuado para la reedición del Guerrero del Antifaz?
Manuel Gago.- Pues a mi parecer no es el momento oportuno y creo, francamente, que no tendrá gran resultado.
P.C. - ¿Por qué cree esto?
M.G.- Porque estos son otros tiempos y probablemente no los más adecuados para hacer publicaciones de ese tipo. Todas las publicaciones han experimentado un descenso en la aceptación del público, la venta es muy reducida y, francamente, se atraviesa por un momento de crisis en las publicaciones infantiles.
P.C.- Bien, hagamos un alto respecto a la actual edición, para hablar de usted y de su obra, lo que interesará grandemente a los lectores. ¿Cómo nació la idea de crear al Guerrero del Antifaz?
M.G.- Se me ocurrió que podía ser un personaje interesante, me gustaban las historias que se publicaban entonces del Hombre Enmascarado y Flash Gordon y me animé a hacer algo, con un héroe español y que fuera histórico.
P.C.- Usted dirigía el personaje al público infantil...
MG.- Sí, indudablemente era el público infantil y juvenil, aunque puede decirse que era una publicación para todos los públicos, pues gustaba también a los mayores.
P.C. - ¿Cómo trabajaba usted?
M.G.- Yo dibujaba y al mismo tiempo creaba el argumento y el guión, o sea primero hacía un extracto del guión y luego lo desarrollaba al mismo tiempo que lo iba dibujando.
P.C.- ¿Seguía usted este sistema con sus restantes personajes?
M.G.- Pues sí, concretamente el Pequeño Luchador era un argumento mío., y yo hacía los guiones, e igual con muchos personajes. Otros no, tenga en cuenta que yo he dibujado mucho, al día 12,13,14 horas, en fin sin parar, pues hacía 4 ó 5 cuadernillos ya a veces más por semana, trabajando para la Valenciana y para Maga.
P.C.- ¿Cómo nació su ilusión, su pasión por el dibujo?
M.G.- Me gustaba dibujar desde que era un chico y muchas veces abandonaba los estudios con tal de hacer monigotes. Estudios de dibujo , en serio, no he realizado ninguno, no he ido a ninguna academia de dibujo ni nada de eso. Claro que entonces tampoco teníamos las posibilidades que ahora tienen los jóvenes.
P.C.- ¿Cuándo dejó usted de dibujar, al desaparecer el Guerrero del Antifaz?
M.G.- Hace ya seis años, pero aún hice alguna cosa después de desaparecer el Guerrero del Antifaz, pero las publicaciones iban cayendo en general y, en fin, consideré que no era el momento, no era bueno continuar con eso, busqué otra cosa y casualmente la encontramos. Incluso me ha venido bien el hacer un alto en el camino en todo esto, aunque me gusta mucho el dibujo y pienso incluso continuar, desde luego más adelante.
P.C.- ¿Por qué cree usted que fueron decayendo los cuadernos de aventuras?
M.G.- En ello han influido varios factores, la televisión principalmente, incluso más de lo que pueda haber intervenido la censura con su criterio riguroso.
P.C.- Hablemos de censura,¿ qué era lo que ocasionaba mayores problemas de censura?
M.G.- Es difícil recordar al cabo del tiempo, pero sucedía a veces que yo tenía que rectificar muchos dibujos e incluso hubo que corregir guiones.
P.C.- Insistiendo sobre el tema, ¿qué era lo que ocasionaba mayores problemas, las violencia, las escenas de cama con señoras moras por medio..?
M.G.- No, no, de camas nada, no había escenas de tipo escabroso, ninguna, o sea, sólo se hablaba de matrimonio y todo eso, bueno, claro que había harenes y muchas mujeres... De todas maneras, cualquier relación con asuntos amorosos aunque fueran...
P.C.-... muy dignos.
M.G.- Sí, exacto, pues no eran bien vistos. Y, desde luego, la violencia, aquí sí que había problemas. Muchas veces ha habido que rectificar incluso figurando una escena, una batalla campal, pues los personajes han tenido que salir sin armas de ninguna clase, simplemente como muñecos sin vida.
P.C.- Volvamos al momento actual, la reedición del Guerrero del Antifaz está en marcha, la editorial lanza nuevamente el personaje, pero y usted, como autor ¿va a cobrar derechos por esta nueva salida?
M.G.- Hemos estipulado desde luego una cantidad, no muy alta, pero en fin, en total por la publicación completa del Guerrero unas 100.000 pesetas.
P.C.- Ello irá al margen de las portadas que realiza, imagino.
M.G.- Sí, claro. Pero estas portadas yo las hago por recordar, por practicar un poquito el dibujo, no buscando el aspecto económico. Siempre recordaré el personaje con agrado, hay que pensar que prácticamente es lo primero que hice y desde luego lo mejor. Yo no esperaba que pudiera tener tanto éxito, tenía mucha ilusión con ello y trabajaba muy a gusto.
P.C.- Bien, muchas gracias por su amabilidad y si podemos añadir algo más...
M.G. – Nada más, saludar a todos los lectores de Bang!, y algún día volveré a dibujar alguna historia de estas, pero más adelante, han de pasar unos años, de momento pienso dedicarme a otras actividades y aunque continuaré dibujando será en plan secundario.
José Pérez Casado.
El regreso del Guerrero del Antifaz . Antonio Lara
Manuel Gago ha vuelto a ocuparse de su más famoso personaje; el Guerrero del Antifaz, en las nuevas portadas de la reedición de las primeras aventuras (1). Como era de esperar, no se trata de una edición cuidada, sino de una presentación a tono con las líneas generales de este país en vías de desarrollo, es decir, con flamante e inútil color, cambio de formato, alteración –confesada- de los textos, etc.,etc. Nada nuevo en realidad; los principales y más abundantes pecados editoriales imaginables reunidos todos en una misma publicación. Sería muy curioso saber que piensa la juventud actual de esta interminable serie de correrías saudocaballerescas y también poder medir la ola nostálgica y soñadora que, sin duda, hará nacer en miles y miles de calvos, barrigudos y pluriempleados padres de familia celtibéricos, a los que volverá a traer ecos de su perdida niñez y adolescencia.
En anteriores estudios míos sobre el Guerrero (2), he intentado analizar el alcance de este representativo personaje, sus relaciones con el contexto cultural de la época así como el estilo del dibujante y los principales puntos de interés del guión.
Su reciente y completa reedición en el fenecido diario Madrid, aún con el inconveniente grave de la fragmentación artificial e tiras y el horrendo subtítulo de “comic camp” que le pusieron, permitió también una aproximación reciente a este emblemático y significativo producto, perfecta respuesta a la época en que nació.
He escrito –y sigo manteniéndolo- que la interminable saga del Guerrero, especialmente en sus cincuenta primeros cuadernos, hasta 1949, aproximadamente, es una obra muy interesante y aprovechable, aunque no pueda llamársele, desde luego, obra maestra. Podría, incluso, sin la menor exageración, decirse que representa uno de los logros más completos y homogéneos del tebeo español de la posguerra, y la agilidad de los dibujos, la concisión y vivacidad de los diálogos, junto a la riqueza y unidad de las situaciones dramáticas, le convierte en un modelo de obra popular.
Por eso resulta todavía más doloroso el contrate entre las viñetas antiguas de Gago, repletas de sabor y gracia, frente a estas penosas portadas contemporáneas, triste repetición torpe de fórmulas gráficas totalmente depreciadas.
El artista valenciano, aunque cayó muy pronto en la cadena inexorable del trabajo en serie, en el que cualquier mimo y cuidado ha de ser proscrito, tuvo una época buena, entre 1944 y 1949, más o menos, en la que llegó, muy pronto, a un estilo personal, muy apto para ilustrar aquellas aventuras de ambiente medieval, asimilando bien las lecciones de maestros como Alex Raymond y Emilio Freixas. Quizás fue Gago uno de los que mejor supieron adaptarse a las inexorables exigencias de la producción industrial sin perder su estilo propio, aunque al comienzo de los cincuenta se metiera totalmente en el engranaje, derivando inevitablemente hacia un modo de hacer descuidado, simplón, sin el menor relieve ni calidad, carente de toda preocupación que no fuera el terminar pronto.
Ahora, a bastantes años de distancia de aquella época, Gago vuelve a dibujar estas composiciones tímidas, torpes, balbuceantes y anacrónicas, donde ni el más benevolente observador puede encontrar nada bueno. ¿No hubiera sido mejor dejar al infatigable guerrero castellano en la paz de los héroes olvidados, y a su autor en el recuerdo de los buenos aficionados?
(1). Recomiendo, vivamente,
la lectura del anónimo texto que prologa la nueva edición, lleno de involuntario humorismo: “ La colección, por su carácter, por nuestra, caló profundamente en sus lectores (...) Los nombres de sus personajes corrían de boca en boca en los hogares, academias, institutos, universidades y lugares de reunión”. Lo mejor, con todo, de esta impagable presentación es la seguridad que se intenta imprimir en el hipotético lector de que los cambios y alteraciones son, no sólo buenos, sino necesarios.
(2). Vid. Mi tesis de fin de carrera en la escuela de periodismo de la Iglesia, y, también,
el estudio publicado en Bang nº1.
Antonio Lara