domingo, 11 de diciembre de 2011

100 razones por las que amo los tebeos



Por iniciativa de Pablo, me uno a esta entrada colectiva y aporto mi personal lista:

1. Por las sombras de Gene Colan.


2. Por las telarañas de Steve Ditko.

3. Por el hambre de Carpanta.

4. Por tener unos vecinos peores que los de 13 Rue del Percebe.

5. Porque soy igualico que el defunto de mi agüelico.

6. Porque todos los piratas de Iranzo tienen cara de malo.

7. Porque Pedrín es más descarado que Tintín.

8. Por los imposibles especímenes antediluvianos de Purk el hombre de Piedra y de Piel de Lobo.

9. Por la liberada Carolina que le arrebata a la sumisa Margarita el amor de El Pequeño Luchador.

10. Por Aixa y Zoraida, ¡voto a bríos!

11. Por los lúgubres callejones y la neblina londinense del Inspector Dan.

12. Por la angelical Gwen Stacy, que en paz descanse por mucho tiempo.

13. Por los cielos de Asgard.

14. Porque están locos estos romanos.

15. Por el maravilloso arte de Emilio Freixas.

16. Por Ambrós.

17. Por la estela del surfista que surca el cielo.

18. Porque Jack Kirby es Dios.

19. Por solidaridad con los acreedores de Vázquez.

20. Por el ibero de Darnís.

21. Por el arte con mayúsculas de Harold Foster.

22. Por el trazo suelto de Manuel Gago.

23. Por los rayos gamma.

24. Por la Zona Negativa.

25. Por la funesta Doña Urraca y por el tonto Caramillo.

26. Por las piscinas repletas de oro del Tío Gilito.

27. Porque Sí, Señor.

28. Por las batallitas del abuelo Cebolleta.

29. Por las bicicletas que nunca conseguían Zipi y Zape.

30. Por la invisibilidad de la zarpa de Blasco.

31. Porque es la hora de las tortas.

32. Por la puntería de Bullseye.

33. Por la familia Ulises.

34. Por los niños de Paracuellos.

35. Por Martínez el facha.

36. Por las gafas de Rip Kirby.

37. Por los indios de Yuki el temerario.

38. Por el pequeño Pantera Negra de Miguel Quesada.

39. Por los náufragos de Coll.

40. Por el masoquismo de los supervillanos que vuelven una y otra vez para ser apalizados por el héroe de turno.

41. Por Superlópez y su supergrupo.

42. Por los correos del Doctor Átomos.

43. Por el fantasma de Greenwich Village.

44. Por los puros de J. J. Jameson.

45. Por los disfraces de Mortadelo.

46. Por el amor de Belit.

47. Por las gafas de Clark Kent, que hacen milagros y evitan que nadie te reconozca.

48. Por los seguidores de un blog sobre tebeos.

49. Por los mares que surca Corto Maltés.

50. Porque Clara de noche es la mejor en su oficio.

51. Por las montañas de lectura pendiente.

52. Por la humanidad de Jiro Taniguchi.

53. Por Frank Miller antes de perder definitivamente la olla.

54. Por el grito mudo de Rayo negro.

55. Por el Monster de Urasawa.

56. Por Víctor de la Fuente.

57. Porque veo menos que Rompetechos sin mis gafas.

58. Por el terror de la E.C.

59. Porque “semos peligrosos” como Makinavaja.

60. Por Ventura y Nieto.

61. Por Frank Cappa, el reportero más duro.

62. Por el olor de los tebeos.

63. Por el placer de conseguir el ejemplar imposible.

64. Por los gritos de Tarzán.

65. Por la baticueva molona de Batman.

66. Por el Nueva York de Will Eisner.

67. Porque siempre soy bienvenido a Astro City.

68. Por el tetris de las estanterías repletas de tebeos.

69. Por la minuciosa labor restauradora de Manuel de Caldas.

70. Por la saga de Fénix oscura.

71. Por los héroes más poderosos de la Tierra.

72. Porque Mafalda nos hace reflexionar siempre con sus ocurrentes viñetas.

73. Por el colorido y la fantasía del Doctor Extraño.

74. Por el recuerdo de las tiendas donde compraba tebeos de niño.

75. Por el exquisito trazo de Matías Alonso.

76. Por el impacto que me produjo la muerte del Capitán Marvel.

77. Por las siete vidas del Gavilán.

78. Por la sensualidad del arte de Miralles.

79. Por la irreverencia de Robert Crumb.

80. Por las praderas de Blueberry.

81. Por la inmortalidad del Hombre Enmascarado.

82. Por Anacleto, agente secreto.

83. Por las revistas de miedo ochenteras.

84. Por las horas y horas leyendo críticas sobre tebeos en los blogs.

85. Por el majestuoso realismo de Alex Ross.

86. Por los bigotes de Ming.

87. Por los maestros del TBO que me hicieron reír durante mis convalecencias infantiles.

88. Por el Comicguía y el Boletín, los dos veteranos fanzines que contra viento y marea, siguen dando guerra.

89. Por la sensación que aún me produce abrir un tebeo nuevo.

90. Por Christ Claremont y John Byrne.

91. Por Stan Lee.

92. Por las películas de superhéroes, algo impensable hace 15 años.

93. Por los tebeos que nos intercambiábamos durante mi niñez hace ya casi treinta años para poder leer lo máximo posible.

94. Por Terry y los piratas.

95. Por los trucos de Mandrake.

96. Por John Romita Sr y John Romita Jr.

97. Por Roy Thomas, John Buscema y Barry Smith.

98. Por Gil Kane.

99. Por las mil y una noches de Sergio Toppi.

100. Porque me gusta lleva la contraria y en mi entorno no hay nadie que los lea.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Piel de Lobo (Cuadernos de la Historieta española)

La colección Cuadernos de la historieta española se está convirtiendo, poco a poco, pasito a pasito y a medida que van saliendo nuevos ejemplares, en todo un referente para aquellos que amamos el tebeo español de todas las épocas y nos gusta profundizar e investigar sobre el comic clásico. En los tomos anteriores tuvimos ocasión de conocer con todo lujo de detalles la vida y obra de autores de la talla de Francisco Darnís, Enrique Jarnes “Jarber”  o Buylla entre otros y a los “héroes de papel” Diego Valor y el Jabato.


En esta ocasión, el nuevo tomo de la colección está dedicado a otra de las conocidas creaciones gráficas de Manuel Gago. Se trata de Piel de lobo, el héroe concebido en su parte literaria por el escritor Juan Antonio de Laiglesia, personaje a menudo ignorado, pero que tenemos la suerte de que, al menos en esta ocasión, y gracias a Fernando Bernabón y a este libro, salga del ostracismo revelándose aquí la trayectoria vital y creativa de este polifacético y prestigioso autor de obras de teatro, de literatura infantil y de tebeos.

El presente volumen consta de las siguientes partes:

Prólogo donde Fernando Bernabón nos relata vivencias nostálgicas personales en torno a su afición al coleccionismo de tebeos y al descubrimiento de Manuel Gago y sus principales obras.

Breve introducción a Piel de Lobo, donde durante 12 páginas nos informa sobre el argumento principal de la serie, las características de la obra, el ambiente, la atmósfera, la evolución y los valores que encierra esta genial e imaginativa producción tebeística.

Aproximación a la vida y obra del creador literario de Piel de Lobo (páginas 21 a 91).

Como en anteriores ocasiones, Fernando Bernabón realiza una exhaustiva labor de investigación sobre la vida y obra del actualmente olvidado, Juan Antonio de Laiglesia, y nos descubre a un escritor con una extensísima y variada producción literaria de toda índole que a lo largo de su dilatada trayectoria fue legándonos gracias a su tesón y a su esfuerzo. Autor de obras de teatro, guionista de colecciones de tebeo míticas tales como Huracán, Audaces legionarios, El Coloso, El Espíritu de la Selva y Piel de Lobo entre otras, y aclamado y reconocido escritor de literatura infantil con varias decenas de obras y multitud de premios a nivel nacional.

http://tebeosycomics.blogspot.com/2011/11/el-espiritu-de-la-selva-1962.html
http://corsariosinrostro.blogspot.com/2009/07/el-espiritu-de-la-selva-de-lopez-blanco.html





















Toda esta producción, así como los avatares de su vida, que sin duda, influyeron en su obra, algunas de sus anécdotas más significativas además de una relación detallada de los principales títulos del autor citado es expuesta en este apartado.

Suponemos que en el próximo volumen esta sección estará dedicada a Manuel Gago y a Alberto Marcet, ayudante acreditado de Gago en esta colección.

-Héroes, dioses, monstruos y magos. Un repaso a las aventuras prehistóricas de Piel de Lobo (primera parte) Páginas 92 a 188.


Este apartado constituye la guía de lectura de la colección. Fernando Bernabón nos resume todos los episodios de la serie agrupándolos por aventuras. Naturalmente, no son meros resúmenes, sino que están aderezados por multitud de detalles, la influencia externa de otros medios en esta obra, ya sean literarios, cinematográficos o de otra naturaleza, juicios de valor sobre determinadas viñetas, etc.

En definitiva, el libro supone  una inestimable aportación para el estudio de los tebeos. Ya esperamos ansiosamente el segundo ejemplar de “Piel de Lobo”.

jueves, 1 de diciembre de 2011

El Defensor de la Cruz, por Manuel López



Memoria sentimental en blanco y negro

En la posguerra española, todo era pecado, la sexualidad era un tabú. Ibas al cine y un beso ya era un pecado. El que los novios fueran cogidos del brazo era pecado. Las películas estaban censuradas y si ibas a ver una clasificada para mayores con reparos, ya era suficiente para que te quitaran la insignia de Acción Católica. Tal era la moral católica en la época de Franco. El placer para la mujer estaba vedado. La sexualidad estaba limitada a la función procreadora. Las familias numerosas recibían premios y salían en las noticias.

Eran tiempos que las jóvenes españolas de hoy ni siquiera pueden imaginar. Hasta 1975, las españolas solteras no podían abandonar el domicilio familiar sin autorización paterna, casadas o no, la ley les impedía hacer cualquier tipo de contrato (incluso abrir una cuenta bancaria) sin permiso del padre o el marido. El adulterio se castigaba penalmente: en el caso del hombre si era público; en el caso de las mujeres, siempre. Francisco Franco, como los monarcas de la Edad Media, hacía descansar su dictadura sobre dos pilares: el estamento militar y el clero.

Se prohibieron además las lenguas minoritarias (vasco, gallego, catalán) castigando con multas e incluso cárcel, a quien las hablara en público. El minucioso control desplegado con respecto al lenguaje, tuvo también inesperadas consecuencias: convirtió a Caperucita Roja en "Caperucita Encarnada", y a la vulgar ensalada rusa, en "nacional" o "imperial".

A finales de los cincuenta, España era un país pobre, atrasado y rural, al borde de la bancarrota. Estábamos atrapados en una especie de pozo: había que confesarse, ir al culto, en Semana Santa se cerraban los cines... Era muy sofocante. En el oscurantismo que se vivía nos evadíamos con los tebeos y el cine. Quizá por ello la relación emotiva que sostenemos con esos compañeros de la niñez

Estos tebeos nos llegaban por capítulos, en el típico cuadernillo de 10 o 12 páginas. Cada cuadernillo solía terminar de forma que provocara la apetencia de la adquisición del siguiente cuadernillo. Eran unos tebeos en los que se podía añadir en cada momento lo que se deseara, de ahí las frecuentes improvisaciones, con lo que la historia principiase cortaba continuamente en episodios secundarios para dar más interés y acción al relato, por lo que el propio autor nunca sabia como acabaría su obra. Eran básicamente historias de puro entretenimiento, a la manera de los viejos pulps seriales (y por eso las historias siempre terminan con un continuará…).

A consecuencia de la censura oficial y la auto-censura social, todo lo relacionado con el sexo se convirtió en una especie de tabú. El rol hombre- mujer viene marcada por la identificación con el héroe infatigable y la mujer pasiva y sumisa respectivamente.

Pero vayamos al Defensor de la Cruz un tebeo que en ningún momento se puede decir que nos encontramos ante un trabajo que permanecerá imborrable en nuestra memoria, pero al menos es incontestable el esfuerzo del dibujante por hacer realidad una historia. Nada está ni de mas ni de menos: todo encaja, así el trazo negro, inquieto, esbozado y sin embargo tan expresivo

Vaya por delante que, personalmente, considero que Manuel Gago es un autor que dominaba a la perfección los mecanismos de la historieta. El Defensor de la Cruz es, a mi modesto entender, el perfecto mapeo de una época y de un imaginario que no ha muerto, ni morirá por mucho tiempo.


El Defensor de la Cruz



Se dice que Diocleciano (245/313), emperador de Roma (284-305)  se caracterizó por la persecución sistematizada contra los Cristianos, gobernó del año 284 al 305. En su período, ordenó la destrucción de los templos cristianos y de los Libros Sagrados, odiaba a los que eran seguidores de Cristo y éstos eran llevados al Circo Romano, para ser despedazados por las fieras. Las matanzas de cristianos eran tan numerosas que los verdugos caían rendidos de cansancio y tenían que ser sustituidos por otros..

Durante los primeros veinte años del reinado de Diocleciano no se vieron molestados los cristianos. En el 303, como un lance imprevisto, se disparó la última gran persecución contra los cristianos. Obra de Galerio, el "Cesar" de Diocleciano, el puso término en el 303 a la política prudente de Diocleciano, quien se había abstenido, a pesar, no obstante, de abrigar sentimientos tradicionalistas. Cuatro edictos consecutivos (febrero del 303-febrero del 304) impusieron a los cristianos la destrucción de las iglesias, la confiscación de bienes, la entrega de los libros sagrados, la tortura hasta la muerte para quien no ofreciera sacrificios al emperador.

La persecución alcanzó su máxima intensidad en Oriente, especialmente en Siria, Egipto y Asia Menor. A Diocleciano, que abdicó en el 305, le sucedió como "Augusto" Galerio, y como "Cesar" Maximino Daya, quien se demostró más fanático que él.


Solo en el 311, seis días antes de morir por un cáncer en la garganta, Galerio emanó un airado decreto con que detenía la persecución. Con ese decreto (que históricamente marcó la
definitiva libertad de ser cristianos), Galerio deploraba la obstinación, la locura de los cristianos que en gran número se habían rehusado a volver a la religión de la antigua Roma; declaraba que perseguir a los cristianos ya era inútil; y los exhortaba a rezar a su Dios por la salud del emperador.



El Defensor de la Cruz


Editorial: Maga 1954-1955
Consta de: 54 cuadernillos
Guión: Pablo Gago
Dibujos: Manuel Gago
Protagonista: Sebastián Alcunio, el Defensor de la Cruz (Romano)
Época: Entre los años 284 y 305
Personajes históricos: Diocleciano (245-313), emperador de Roma (284-305)






Las aventuras de El Defensor de la Cruz se encuadran dentro de ese tipo de tebeo bien narrado, tan característico de la denominada Escuela Valenciana, donde prima sobre todo la historia y su desarrollo por encima de las florituras artísticas.

De entre la corte imperial romana emerge lleno de misterio, sagaz, sorprendente e intrépido, noble y de honradez inquebrantable, El Defensor de la Cruz.

Con evidentes reminiscencias de El Libertador, El Defensor de la Cruz, hijo de un centurión y de la hija de un Patricio y que oculta su personalidad, emerge aquí con el propósito de liberar cristianos destinados al sacrificio en el circo. La acción se desarrolla en el siglo III cuando en Roma gobernaba Cayo Valerio Aurelio Diocleciano, hijo de un liberto originario de Iliria y que fuera elegido emperador el 17 de noviembre del año 284.

Si bien, como ya hemos apuntado, la trama muy parecida a la del Libertador, se desarrolla aquí con mayor complejidad, abundando los personajes secundarios y las tramas paralelas al margen de lo que constituye la historia principal.

Como es costumbre en la obra de Gago, viste a los personajes secundarios con una personalidad destacada e incluso a veces superior a la del protagonista. Destacan en este apartado, muy especialmente dos de los personajes: Casiano Malino, general romano que su extrema maldad le lleva a perseguir y condenar al destierro, por su afiliación cristiana, a su hija y a su esposa y Braulio, personaje que pretende el amor de Cristina, la heroína enamorada del héroe.

Destaca, sobre todo en los primeros números de la colección, las repentinas apariciones y desapariciones del héroe enmascarado, desconcertando a sus enemigos. Destacan asimismo las escenas de lucha, en las que Gago luce su incomparable maestría. A tdestacar las atractivas portadas.

Magnífica secuencia de Manuel Gago"el rey del trazo  suelto".¿Qué hubiera sido de  este dibujante en unas mejores condiciones vitales y laborales?

Entre traiciones, pasiones, amores imposibles, nuestro héroe arriba a tierras vikingas donde reina Albak, otro de los secundarios destacados de la colección, quién traicionará ern más de una ocasión a El Defensor, y con ello la perdida de calidad de serie, el dibujo se torna apresurado, poco acabado, en ocasiones simples bocetos, bajando incluso la calidad de las portadas. Lo que nos lleva a disminuir considerablemente el interés que hasta entonces nos había deparado la colección.
Única página publicada a color. Una rareza.

Posiblemente la aceptación por parte del publico llevo a alargar de manera innecesaria la colección, que debería haber finalizado como mucho en número 44, ya que con ello sólo consiguieron empobrecerla, no obstante lo compensa la magnifica primera parte.

Concluyendo, puede que antes que a El Defensor de la Cruz haya que remitirse a otras obras más recomendables, pero es innegable que nos encontremos ante una colección especialmente indicada para degustar al autor desde todos los ángulos, ya que pese a todos los tópicos, la serie está muy bien escrita, la trama es entretenida y atrayente. Por su parte, Manuel Gago, una de las grandes leyendas de la historieta española. Puntal indiscutible y emblema paradigmático de la denominada Escuela Valenciana, nos demuestra, una vez más, su dominio del medio, dándonos una lección de narrativa visual.


Manuel López.

Puedes acceder a esta colección aquí.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Manuel Gago, por Valeriano Belmonte (V) ¡Vuelve "El Guerrero"!

(La particular opinión de Valeriano de la reedición de 1972)

Eldiadigital.es


Valeriano Belmonte

Comprando el "Pulgarcito " semanal y oficial en la "Papelería Tonín " de Arquitecto Vandelvira, 2, oía los gritos de guerra: ¡ Vuelve "El Guerrero del Antifaz! -¡ Regresa victorioso el caballero de la cruz ! -¡ Torna a las andadas el héroe de la Reconquista que "conquistó " a los albaceteños de las jornadas más duras de la postguerra ! -¡Estará en breve con nosotros el hijo del conde de Roca que crió y adiestró en el manejo de las armas el pérfido y malvado Alí -Kan ! -¡ Atentos a la inminente reaparición del cruzado de cruzados que entrará por la puerta grande gracias a la gentileza y el buen hacer de "Edival Aventurera ", la empresa creadora de los éxitos multitudinarios del tebeo hispano !... y allí estaba oteando el material pertinente y los anuncios que se daban en las páginas interiores de "Roberto Alcázar y Pedrín", únicos supervivientes de los cuadernillos de antaño que luchaban como podían para no perecer.La pareja de Eduardo Vañó quedaba aparcada ante la sensacional llamada de la empresa que en su día puso en movimiento a señores de la talla de "El Pequeño Luchador", "Purk, el Hombre de Piedra" y "El Espadachín Enmascarado " así como a revistas tan populares y espléndidas conocidas por los nombres de "Jaimito" y "Pumby ".




A mi vera se encontraba el entrañable e inolvidable José Cifuentes, supremo coleccionista de "El Guerrero" que conservaba la serie al completo y que ahora no se perdería la novísima versión en formato vertical y en color.

No tardaron demasiado en aparecer los primeros numeritos que merqué en "Gassol", mi punto de referencia obligado al estar enclavado el delicioso establecimiento papelero a tres pasitos y medio de Correos y Telégrafos ( mis colegas solían decir que si me perdía me buscaran en la "Librería Gassol "...y era cierto...porque en aquel adorable rinconcito ojeaba los penúltimos libros, los diccionarios enciclopédicos, la "Fauna Ibérica " de Félix Rodríguez de la Fuente "Hola ", "Semana ", Lecturas ", "Diez Minutos" ... y "El Guerrero del Antifaz " (Manuel Cuesta, el amigo de mi hermano Natalio que coleccionó allá por 1944 la saga del polémico protagonista, aseguraba que con los colores había quedado bastante bien, aunque a un servidor le hubiera encantado que se hubieran reeditado en fac simil las proezas del titán que irrumpía con energía en el "Peñón Infernal" dispuesto a rescatar de las garras de "Olián el Feroz" a su bellísima, sufrida y llorona Ana María de Torres, condesa por la gracia de Dios y predispuesta a desmayarse antes de que se lo aconsejaran sus colegas.

Bromas aparte, la dulce , exquisita y encantadora doncella lo pasaba bastante mal entre rapto, secuestro, acoso y palabras hirientes de moritas celosas, envidiosas y jodiditas.Pero ahí estaba él, el flamante y aguerrido mocetón haciéndole "carantoñas " a Hamed Zenete, el diabólico tío de la primorosa Aixa, la hija de Harúm, asesino del progenitor de don Adolfo Moncada que combatía cerca de Don Luis el conde de Roca y , especialmente, con el escudero de su alma, o sea de Fernando, rubito quinceañero semejante al "Pedrín " de Vañó y, naturalmente, debido a las circunstancias, menos dados a contar chascarrillos y chispas humorísticas porque no hay que olvidar que "El Guerrero" era un hombre sombrío, triste y melancólico que deseaba pagar una culpa que no tenía.



Y entre la inmensa galería de secundarios de honor brillaban el capitán Rodolfo, los hermanos Osmín, Santhal y Soleimán Kir que moraban en un refugio en las montañas que separaban los reinos de Harúm y Hamed, el de "Los Jinetes Negros ", que los críticos confundieron con la guardia mora de Franco, "El Pirata Negro" y "La Mujer Pirata "...y por encima de ellos una mujer de rompe, rasga y perlas no cultivadas : la hermosa, gentil, seductora, fascinante e intrépida Zoraida, la hembra morena de ojos de fuego que suspiraba por su "Guerrero" y les daba "calabazas" a HIxem, Mozhafí y al "susun corda"...y se ataviaba de morito de buen ver para reunirse en las tierras de Motamid con su amor imposible decidida a protegerle y a acariciarle...¡ Lástima que la censura del período apretadito en las rondas del deseo y el amor nos privara de tales secuencias desarrolladas en viñetas repletas de dinamismo ! -¡ Zoraida, de mis amores, mereciste mejor suerte que la que te depararon tus creadores !.

Los títulos se repitieron y las luchas titánicas y los torneos del odio y los abordajes y encuentros salieron a flote...y en el palacio del emir Abdalá Ben Zeid, nuestro "Guerrero " le dio sopas con onda al cruel y despiadado ejecutor que torturaba con hierro candente a los defensores de la bailarina Zahara.Balancines con púas envenedadas que deberían cruzar si querían sobrevivir Mizza y su novio Sobal...mientras que el judío Salomón no pagaba sus rescates...Y del antifaz adelante en las almenas de las fortalezas asediadas...y en las aguas infectadas de tiburones...y desterrado se embarcaba y peleaba contra los piratas del turco Kaer -Raid...y no podía evitar que a su favorita "Deope " le calcinarán el rostro.

Los recuerdos aparecían y desaparecían y aguardaba impaciente los envíos de Valenciana añorando lo que sentía en el impagable "Bazar del Libro " al desembalar los pedidos de las editoras.En el cuarto de reparto comentaba las hazañas de "El Guerrero del Antifaz " con mis compañeros Abilio Villar y Agustín Rubio...y el Sr. Lucas me explicaba los giros que le llevaba a Manuel Gago, artífice de la serie, a su domicilio de Onésimo Redondo , Antonio Machado en la actualidad, a la casa de Diego Rivera.

Lo cierto es que me sentía muy feliz con el retorno del paladín repartiendo telegramas por el centro y por los barrios apartados ... Y por la noche en casa, recostado en mi cama , leía y releía los recortados guiones y transformados bocadillos que evitando la dosis de violencia...nos hicieron la pascua a los que conocíamos de sobra la inmortal historia del mítico y sensacional "Guerrero del Antifaz ".

Valeriano Belmonte

martes, 22 de noviembre de 2011

Manuel Gago, por Valeriano Belmonte (IV) Purk, el Hombre de Piedra.

Valeriano Belmonte.
El Día de Albacete 2 de enero de 2011

Todos los chicos del Norte,
 
del Este,  Oeste   y del Sur

de España vieron a " Purk",

un mozo fuerte del corte

del impagable "Tarzán",

un auténtico titán...

el famoso y legendario

"Hombre de Piedra", valiente,

temerario, inteligente,

afable y ...¡ extraordinario!

"Purk", hijo del "Gran Catak"

y compañero de "Lila",

el primero de la fila

que enamoraba a "Berak",

a la "Bella Hamil", a "Taura"...

y a la quinceañera Laura,

seguidora de un guerrero

apuesto, honrado y sincero

que recorría el mundo entero

implantando la justicia...

"Purk", fascinación, caricia

y sorpresa a cada instante...

y ahora, lector importante,

dejo los ripios y sigo en prosa

y escribo y digo que la historia

prodigiosa tuvo "tela marinera"...

eso lo sabe cualquiera..."

Pues sí, queridos lectores y amigos... aquella tarde-noche invernal me contaba un colega telegráfico, ingenioso, ocurrente y una miajilla ligón que, aunque tenía novia formal, había sostenido una aventurilla pasajera...en un "pasaje" amoroso con una "gachí" de miedo...y es que el "casanova", mujeriego y conquistador contaba con buena planta y refinados modales... y además no era de "piedra".

Entonces, sonriendo, le dije que el único ser de piedra y papel era el citado "Purk",el de la Editorial Valenciana, el personaje y atlético paladín que se movía a sus anchas en la Prehistoria, cuando los hombres vivían en chozas y cavernas naturales y se alimentaban de la caza, la pesca y de los frutos silvestres y luchaba como podía enfrentándose a dinosaurios, diplodocos, tiranosaurios, estegosaurios, pteranodontes, mamuks y reptiles gigantescos...corría el Neolítico y la piedra pulimentada estaba al alcance del fornido ,invencible y nuevo "Rey de la Selva " y "Señor de la Montaña " y "Emperador de los Abismos " que se atrevía con los habitantes más temibles y peligrosos de la tierra.

Se narraba que "Purk" y su gente se dedicaban al pastoreo y a cultivar productos agrícolas pero a lo largo de los 210 cuadernitos apaisados de la interesante epopeya no se ve a pastores ni al personal de la zona sembrando o recolectando...claro que tales faenas no les importaban a los ávidos coleccionistas que aguardaban nerviosillos y anhelantes el penúltimo episodio de la impactante "odisea".

Ahí se hallaban "Purk", "Lila" y "Sandar", el trío del período carbonífero...sin el carbón que vendía "Camisilla" en su sede de Teodoro Camino,11, a la vuelta del "Bazar del Libro", la tienda de la tantísimas veces homenajeada Manolita Cámara. En el interior de la papelería- librería nos enterábamos del terror, el misterio y la magia que salían a flote de las páginas del quincenal y soberbio tebeo de carácter serio.

El sensacional y gallardo prehistórico prisionero de la reina "Suri" y de "Linai", la pérfida hermana de "Barbaroa el Cruel", en el reino de los "berings", los hombres-rinoceronte y dándole muerte a "Mamok", asesino de su progenitor...y persiguiendo al siniestro "Tugor", "oveja negra" de los "urulus"y venciendo en igualdad de condiciones a "Dámula", el hombre-mono primogénito de "Matarrón". Hombres leones, hembras amparadas por víboras venenosas, centauros de leyenda... alados de "Alermo" ...tronos de "Hincha", helliceros y diosas, volcanes en erupción que siegan la vida de "Rayotor" y sus tropas...hecatombes que diezman los poblados conocidos,,, países prohibidos y paraísos protegidos por "Bonjar", que llora la desaparición de su hija, la princesa "Jan" y encierra a "tula", la her- mana de "Purk" en la "Cueva del Hambre"..."Taro" y "Florlinda ", "Jióvara" y "Amur",la matrona con la uña impregnada de cicuta mortal...y lianas que brotan de las paredes rocosas y detienen caídas vertiginosas... y le permiten continuar su infinito magisterio al respetado, admirado e inolvidable "Hombre de Piedra",adiestrado por el milagroso e irrepetible Manuel Gago."Purk, el Hombre de Piedra" vio la luz en 1948 y se mantuvo en activo hasta finales del 56...y en la actualidad se ha reeditado en diversos formatos... A mi coleguilla le encantó lo que le narré del caballero de pedernal y bastante mitológico y me prometió comprar la impecable aventurita.

Valeriano Belmonte

domingo, 20 de noviembre de 2011

Manuel Gago, por Valeriano Belmonte (III) El Pequeño Luchador

Valeriano Belmonte
El Día de Albacete 26 de Diciembre de 2010

El Pequeño Luchador

Mientras la inolvidable Isabel Montejano escribía en ABC sobre la muerte de Manuel Gago defendiendo a capa y espada que "El Guerrero del Antifaz " se gestó en Albacete y yo comentaba con Diego Rivera que España había perdido al más prolífico historietista de la postguerra, recordaba la segunda serie importante del vallisoletano creada en nuestra tierra. Se trataba de "El Pequeño Luchador",el western por excelencia hispano, el Oeste americano de categoría plasmado en papel moreno de la Editorial Valenciana, la "odisea" de la época de "Búfalo Bill " y "Juanita Calamidad " que contaba con "Fred", el rubio y esforzado protagonista que sufría el ataque de los pieles rojas y perdía a sus padres .Hallaba refugio y protección en el fuerte cercano y allí se enteraba de que el causante de su desgracia era el pérfido y codicioso "Jack", el "Ali-Kan " de las nuevas aventuras vendido a los indios , el "Judas" traidor que tendría su castigo en su momento.



"Fred" enamoraba y se enamoraba de la bella, dulce y abnegada "Margarita" y protegía a "Tony ", hermanito de la heroína sacrificada, raptada y maltratada por infinidad de pretendientes malvados. Pronto el argumento sube y engancha a los múltiples lectores que alternan las correrías del "Guerrero" con las del jovencito "Luchador"... y nos emocionamos con "Matón ", el fiel amigo de "Fred" fuerte, socarrón y capaz de darles sopas con honda a los "hurones", "sioux", "comanches" y a los servidores del poderoso "Oso Gris".

La acción llega hasta las últimas consecuencias... y asistimos a la entereza de "Flor Blanca" y a las aportaciones de "Ciervo Corredor "... varios trabajadores del entonces "Parque de los Mártires" vibran cuando irrumpe en el "tablado" la intrépida "Carolina" y realiza hazañas que merecen galardones. La hija de " David Midleton " es parte esencial en la fascinante trama participando en las pruebas de tiro que se celebran en la colonia...y quedando a la misma altura que "El Pequeño Luchador" al marcar los ángulos de los cuadros y del centro y empatando a balazos en los botes.

Títulos memorables para los estudiosos: "La traición de Jack","Los demonios rojos","Entre apaches y ","Lucha entre rocas", "El regreso"...y "Corazón de Tigre" en lontananza...y más allá "Sling"... y huestes capitaneadas por "Jaguar Fiero"... y Gago escalando el "Himalaya" del noveno arte. Rifles, revólveres, flechas, "tubos de fuego", hogueras y tormentos... y la colonia en llamas... resistencia...humo y desolación, mujeres, ancianos y niños llorando... y "Fred, herido, desoyendo los consejos de su gente y enfebrecido a causa de la pérdida de sangre, galopa deseando ayudar, defender a "Margarita", a su hermanito y al resto de los desafortunados... ha de llegar... su corcel es derribado de un lanzazo... pero él sigue disparando hasta que sus pistolas dejan de rugir al agotarse la munición...blancos y apaches y "Manitú" en las gargantas de los "invasores"...que se retiran fugazmente.
Valeriano Belmonte

sábado, 19 de noviembre de 2011

Manuel Gago, por Valeriano Belmonte (II) Cuando murió Manuel Gago

Valeriano Belmonte

El Día de Albacete 19 de Diciembre de 2010




Aquel veintinueve aciago,

pasada la Nochebuena,

lloró la gente de pena

porque murió Manuel Gago...

y resonó este cantar:


"Campana de mi lugar,


tú me quieres bien de veras,


cantaste cuando nací,


  llorarás cuando me muera "

 

Y esos versos se mezclaron

con las campanas de España

que con sentimiento, entraña

y sorpresa repicaron

tras la desaparición


de un artista inimitable

que puso alto e incomparable

el supremo pabellón

de nuestra Historieta hispana...

y, doblando, las campanas

anunciaban sin cesar

la muerte de un estandarte,

un paladín singular

del nuevo noveno arte.


Y el tebeo vistió de luto...

y gritaron desolados

sus rivales "Trueno" y "Cuto"...

y lectores atrapados

por la magia del gran rey

de las viñetas de altura,

de un ser que impuso su ley

con diligencia y cordura.

Mil novecientos ochenta...

diciembre y la Navidad...

y un icono que se enfrenta

a la cruda realidad...

y emprende rumbo a la Gloria...

y hoy en esa zona ufana

lanza al final la campana:

¡ Manuel Gago...ya es Historia!




Queridos amigos y lectores de "El Día de Albacete ", la ilustración y fotografía que acompañan este episodio datan de 2005 en el homenaje que le rendí a mi admirado Manuel Gago García con motivo del veinticinco aniversario de la muerte del genial creador de "El Guerrero del Antifaz"... y ahora perdonadme si adelanto el "Diario de un Cartero" aprovechando que están a punto de cumplirse los treinta años del adiós definitivo de el "emperador" del dinamismo y de la figura puesta en movimiento de manera magistral, es decir que abandono fugazmente los compases iniciales de 1970 y doy un giro de 360 grados y me adentro en las horas tristes del postrer suspiro del ídolo de las multitudes enganchadas al cuaderno de aventuras, o sea que adelanto y gano "metraje", como dirían los cinéfilos en pleno rodaje.

 Manolo Gago saltó a la fama a partir del 24 de octubre de 1944 a raíz del nacimiento del citado caballero enmascarado, hijo del conde de Roca y adoptado por el pérfido Raptor musulmán "Alí- Kan", el caudillo árabe más famoso de los tebeos de carácter serio patrio. Creo que todos sabéis que el legendario personaje se gestó en Albacete en el momento cumbre de la temible posguerra, una etapa precaria y durísima para los vencedores y los vencidos de una contienda caótica y desafortunada.

Colas, restricciones, cartillas racionadas, pan y aceite con cuentagotas y hambre para dar, tomar, vender... y regalar...pero ahí estaba el del antifaz, envuelto en un tobogán de emociones paliando las privaciones gracias a su autor, el joven y apuesto vallisoletano –albaceteño que curraba a destajo en uno de los pisos de la sólida mansión del pintor y escultor Diego Rivera Morcillo, el hombre chiquitito de estatura y de dimensiones gigantescas en cuanto a talento y sabiduría.Allí , en el primero izquierda de Onésimo Redondo, 20, el primogénito de Manuel Gago Bataller y Amparo García Pérez le dio vida al sombrío cruzado al servicio de Fernando V de Aragón e Isabel I de Castilla los "Reyes Católicos", asesorado por Rivera que le inculcaba a Gago dibujara del natural y desterrara las influencias de Alex Raymond, Hal Foster y Emilio Freixas ... y fuera él mismo...con sus carencias primeras...y sus soberbias puestas en la escena del papel a galope tendido ya que Manuel aprendía a un ritmo increíble... y después de "Lucha titánica " y "El torneo del odio "... levantó murmullos de admiración con "Frente al peligro", el quinto título de la serie de más éxito en nuestro País...hasta la llegada de "El Capitán Trueno"... y siguieron adelante las correrías del "Guerrero " con "Olián el Feroz", "Enemigos mortales", "El Desafío de Olián " etc...y el titán irrumpió en el reino de Motamid mientras rezaba por él desde su sede , sita en el condado de Torres, la dulce y encantadora "Ana María", hembra delicada predispuesta al sollozo, a las plegarias...y a los desmayos...todo lo contrario que "Zoraida", la ex favorita de "Alí ", decidida a velar por la seguridad del"Guerrero" y a dar su vida por él... liberándolo de las cadenas, empuñando una espada y protegiéndolo con su escultural cuerpo serrano ataviado con sedas y gasas transparentes... amigos y enemigos en la dilatada "odisea"... "Fernando", el fiel escudero... y el "Capitán Rodolfo", "Don Luis, Conde de los Picos", "Aixa" y "Los Kir " ( "Osmín ", "Santhal" y "Soleimán " ), "Hixem" y "Mozafhí ", pretendientes de "Zoraida"... y "Harum " y "Amed Zenete " y "Yeir -Kan "... y el "Pirata Negro " y la "Mujer Pirata "...y emires tenebrosos y diabólicos disfrutando.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Manuel Gago, por Valeriano Belmonte. (I) La casa de Rivera

Valeriano Belmonte

Voy a dar cabida en "Voto a bríos" a una larga serie de artículos, reseñas, recuerdos y vivencias que en torno a la figura del dibujante Manuel Gago ha ido escribiendo a lo largo de los años, el popular albaceteño Valeriano Belmonte, ex-cartero, poeta, escritor, dibujante, gran coleccionista de tebeos y personaje muy querido por sus paisanos.

La vinculación de Manuel Gago con Albacete es bien conocida por los buenos aficionados. Su padre se hallaba encarcelado en dicha ciudad por batallar en la Guerra Civil en el bando republicano y allí se desplazó toda la familia, donde vivieron varios años. En Albacete nacieron El Guerrero del Antifaz y El Pequeño Luchador, entre otros personajes, hasta que la familia Gago decidió desplazarse a Valencia, por la cercanía que les suponía la Editorial Valenciana, para la cual trabajaba Manuel Gago. 

Estos primeros artículos  inciden sobre todo, en la relación que Manuel Gago mantuvo con la ciudad de Albacete y con la figura del pintor-escultor Diego Rivera, quien, según Valeriano Belmonte, ayudó a Gago a pulir su estilo y a mejorar significativamente su trazo y su técnica.

La casa de Rivera
Valeriano Belmonte.  Laverdad.es  18-10-2011
Los niños de la década de los cuarenta veían a Manuel Gago salir del inmueble de Diego Rivera y encaminarse al Parque. Allí, frente al estanque de los peces, observaba el islote y dibujaba del natural, tal y como le aconsejaba el propietario de su piso y su maestro en el difícil oficio del mundo de las viñetas.


Gago y su hermano Luis trabajaban árboles y arbustos, muchos de los pinos, especialmente uno que había inclinado, casi a raíz del suelo, ha decorado bastantes ilustraciones de 'El guerrero del Antifaz'. Los primeros giros por sus felices aportaciones le iban llegando al entusiasmo y joven artista: el genial Miguel Quesada, autor de series tan populares y espléndidas como 'Tony y Anita', 'Pacho Dinamita' y 'Pequeños pantera negra'.

Al tiempo que Manolo se declaraba a Teresa Quesada cerca del famoso 'Callejón de los Gatos', Rivera modelaba una hermosísima escultura en honor a Moisés. Los apuntes en las cafeterías se multiplicaban en los apuntes del pintor, escultor y magnífico dibujante. Así, las chicas del barrio de Franciscanos con sus vestidos estampados de la época y los señores con la pipa y el cigarro del momento quedaban sellados en el papel de Rivera. Los soldados del cuartel que rodeaba la casa del eficiente artífice hacían instrucción al lado de la huerta de Agustín, 'El Jaula' y el 'Ropero del niño Jesús' acogía a chicos y grandes.

El éxito de Gago con el 'El Guerrero del Antifaz' hizo que se pensara en un nuevo personaje. Esta vez el héroe, el segundo importante en la carrera del genio de los tebeos viviría sus aventuras en el legendario Oeste americano. Las películas de Jonh Ford y Cécil B. de Mille entraban en las pantallas de nuestros cines y conseguían adictos.

Nació, pues 'El pequeño luchador', un rubio y apuesto quinceañero similar al 'Fernando' de 'El guerrero'. Su nombre de pila era 'Fred' y al lado de su fiel 'Matón', la dulce 'Margarita' y su hermano 'Tony' y la intrépida 'Carolina' triunfaría plenamente a partir de 1945.

En la dilatada colección intervendría fugazmente Luis Gago, que no cuajó en el medio y se dedicó a ejercer de director de la Manga muchos años después.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Piel de Lobo, por Manuel López

Concebida por Juan A. de la Iglesia y puesta en viñetas por Gago, la era prehistórica en que transcurren las aventuras de Piel de Lobo no es mas que un pretexto para crear un mundo fantástico, donde los hechos y personajes más inverosímiles son aceptados sistemáticamente como cotidianos, y en el que la imaginación del guionista se desata como pocas veces sucedió en los tebeos de la época.


Mucho más interés que el argumento en si, que transcurre en medio de las inevitables persecuciones y peleas, ofrecen los escenarios, detalles y personajes secundarios que dotan a todos los episodios de un carácter irreal: desde elementos de la mitología griega y egipcia hasta esquemas tomados de los cuentos de hadas, todo vale cuando el único objeto es, como aquí, sorprender. Así van desfilando los pueblos de los centauros, los hombres renacuajo, los genios, las rocas vivientes, los hombres insecto, las amazonas, los hombres morsa, los hombres topo e incluso el Minotauro y la Górgona, los cíclopes y un inacabado etcétera, acompañados de un sin número de monstruos igualmente fantásticos: hormigas y arañas gigantes, el perro cancerbero, la hidra de nueve cabezas, el canguro boxeador y los clásicos dinosaurios.

La magia es otro de los pilares de la fantasía de la serie, magia al estilo de los cuentos de hadas: transformaciones, conjuros, duelos entre sátiros y brujas, flores de los siete deseos, etc. Con todos estos elementos, la serie transcurre en un ambiente casi onírico, dotado de la sencillez e ingenuidad de los cuentos fantásticos, donde siempre cabe esperar una sorpresa más.

Este clima de ensueño alcanzará uno de sus puntos más altos en la aventura de Piel de Lobo en la dimensión de la Esfinges, a la búsqueda del fruto del árbol de la salud; aunque es difícil inclinarse por un episodio en concreto cuando tantos contienen hallazgos igualmente insólitos.

Piel de Lobo queda como una obra muy destacable dentro de los cuadernos de su tiempo, aunque un poco a mitad de camino de lo que hubiese podido ser en otras circunstancias de producción y realización.

De los noventa números que contó la colección, se dieron títulos tan inmensos como: El Mamut solitario, La roca que anda, Abismo sin salida, El brujo de las tres jorobas, Los arboles avanzan, o el Rapto de las libélulas.




"Piel de Lobo"

Guión: De la Iglesia
Dibujos: Manuel Gago

Editorial Maga - 1959
90 cuadernillos.



El dibujo de historieta ha de ser dinámico, debe captar una instantánea en plena acción.

¿Y acaso éstos matices no están siempre presentes en su estilo? Unos dibujos sencillos, directos, sin trampa ni cartón. El dibujo de Gago en Piel de Lobo, es correcto y dotado de esa sensación de movimiento. Un dibujo que dentro de su aparente sencillez, se adapta a la historia como un guante a la vez que lo hace atractivo.

A la efectividad del dibujo hay que añadir la de la planificación de las páginas, que confiere el ritmo adecuado a la narración, y la elección de los planos que proporciona fuerza a la misma. Su habilidad para mezclar la realidad y la irrealidad, consiguiendo que ambos conceptos formen un conjunto indisociable por medio de una cuidadosa integración de elementos surreales.

El guión de A. de la Iglesia y el adecuado dibujo de Gago, consiguen hacernos real el irreal y fantástico mundo que sitúan en nuestra prehistoria. Una prehistoria plagada de los más insólitos e irreales personajes, que hacen de Piel de Lobo la más imaginativa y sorprendente colección de tebeos de su época.

A De la Iglesia debemos algunos de los mejores e imaginativos guiones de la historieta de la época: El Coloso, El Espíritu de la Selva, etc., pero es en Piel de Lobo donde plasma la más desbordante imaginación.

En Piel de Lobo se dan títulos tan inmensos que resulta difícil inclinarse por un episodio en concreto cuando tantos de ellos contienen hallazgos realmente insólitos

Lo expuesto hasta aquí puede dar una idea de la altura que alcanza esta obra, pero el acierto definitivo, lo que la convierte en algo

especial es que consigue integrar esta suma de referencias en un cómic. Estamos ante un trabajo en el que lo fundamental es precisamente el desarrollo perfecto de una narración en forma de cómic.

Si tuviéramos que resumir en dos palabras la sensación que produce la lectura de esta serie diríamos que es apasionante, a medida que avanza la narración, te atrapa más y más de forma que casi no puedes abandonarla hasta el final.

El dibujante quizá hubiera podido emplear viñetas mucho más espectaculares, pero la impresión causada no hubiera sido ni de lejos la misma.



En cualquier caso. De hecho, y como resulta fácil de deducir de lo expuesto, Piel de Lobo es un tebeo que personalmente me agrada y que destaca dentro de los cuadernos de su tiempo, aunque siempre nos quede la duda de lo que hubiese podido llegar a ser en otras circunstancias de producción y realización.

Taim, Piel de Lobo - Gurú, el anciano mago - Buma la loba invisible y Luana la huérfana protegida de Piel de Lobo....... Pocas cosas son tan dignas de admiración como el poder de aquellos autores de posguerra para crear imágenes portadoras de una potencia sugestiva incombustible.

Al poder de esos dibujos en concreto, de esas escenas nos remitimos para subrayar a este autor, pudo, quizá no ser el mejor, pero es el que más nos hizo soñar. Y eso es algo que seguimos valorando enormemente.

Manuel López

Sobre el personaje acaba de ser editado el libro titulado "Piel de Lobo", perteneciente a la colección "Cuadernos de la historieta española".

lunes, 7 de noviembre de 2011

Impresionantes figuras de Marco Navas


Nuestro amigo Marco Navas tiene el honor de exponer en su recomendabilísimo blog, esta obra de arte diseñada y realizada por él mismo.
Haciendo clic al enlace es posible visualizar estos personajes desde diversas perpectivas; desde detrás, en escorzo, etc.  Es digno de mención el dinamismo, el detallismo y la disposición de las figuras, las cuales exhiben un conseguido realismo que ciertamente les otorgan vida. En su blog podemos disfrutar de muchos de sus trabajos, de diversas temáticas pero con el denominador común de la calidad de todos ellos.

La historia que nos cuenta Marco Navas acompañando a la figura del Guerrero nos parece entrañable y la reflexión que hace sobre el personaje y su autor, plenamente certera.

Felicitamos al autor por el trabajo realizado y pasamos el enlace de su blog a la columna de la derecha para estar al día de cuantas novedades vaya ofreciéndonos para nuestro disfrute.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Diego Valor (Tercera parte)


1954 el año de Diego Valor

Algunos tebeos crean escuela. Otros, modas. En el caso del tebeo de ciencia-ficción española de los años 50, son pocas las colecciones que marcaron un hito, en cuanto a su aceptación por parte del publico lector, según mi humilde opinión, solo lo lograron tres: Diego Valor; Red Dixon y Luchadores del Espacio (La Saga de los Aznar)
DIEGO VALOR

RED DIXON

LUCHADORES DEL ESPACIO

En un curioso artículo leí, no recuerdo donde, que solo ha habido un momento de real esplendor en el tebeo español de ciencia-ficción: los años 50. Su valoración, aunque razonada, es, indudablemente, drástica.

Y antes de continuar, me gustaría hacer hincapié en un aspecto fundamental que trabaja en contra de esa época, son obras leídas hace mucho tiempo, en la práctica de difícil disponibilidad o claramente inencontrables desde hace mucho, y sin embargo están en nuestra memoria de forma indeleble. Si, desde luego aquellos fueron muy buenos años, antes, apenas hubo nada a pesar de la folclórica apelación con que se ha acuñado los años 40, como la Edad de Oro, y después, el género entro en una serie de revoluciones tanto estilísticas como editoriales que cambiaron el mapa de forma completa.

Si, es cierto, algo paso en aquellos años, hubo una explosión de revistas, de colecciones, de autores. La ciencia-ficción se escapo del miserable terreno en que estaba acotada y amplió sus márgenes, por supuesto la cultura oficial siguió desdeñando el género, pero éste había conquistado nuevos espacios y ya nunca los abandonaría. Y ese es la lección que deberíamos de aprender.

El tebeo de ciencia-ficción había estado muerto. En algunos momentos, merced a un conjunto de cosas que, de forma aleatoria deciden conjugarse, el tebeo de ciencia-ficción, revive, despierta de su ensoñación, se levanta de la cama en que está postrado, enfermo crónico. Por causas todavía no suficientemente analizadas, la radio y el tebeo se ponen de acuerdo y deciden ofrecer ciencia-ficción. Dudo que ellos mismos sean conscientes de ese hecho, mientras forman parte de ese momento que luego se dirá histórico. Sólo luego, con el transcurrir del tiempo, podemos analizar épocas, años, en el que se dieron esas circunstancias del todo fortuitas o casi del todo fruto del azar.

Se nos argumentará que las obras señaladas no tienen nada que ver con la ciencia-ficción, que no son más que las aventuras de siempre extrapoladas al espacio y no les falta razón. Ciertamente no me atrevo a buscar culpables, la historieta es demasiado maleable a los intereses de unos y otros como para aseverar algo con contundencia.

Algunos señalan a Flash Gordon como el principal valedor de convertir a la ciencia-ficción en un simple género de aventuras juveniles (space-opera), pero para evaluar realmente ese grado posible de culpabilidad, habría que sumergirse en la historia y ver realmente en que época nos encontrábamos.
FLASH GORDON

En aquel momento había muchos problemas sociales y económicos, la gente buscaba evadirse de una situación angustiosa y el género (editores y escritores) no era insensible a ese malestar. Desde aquel lejano período (los años 20 y 30 principalmente), Amazing Stories y el resto de revistas (esencialmente y hasta los años sesenta la ciencia-ficción se editaba en este tipo de publicaciones) se dedicaron a un tipo muy concreto de ciencia-ficción, desde luego la más espectacular y vendible, perjudicando al resto, la más seria o la más creativa, algo que a la larga se ha revelado más como muro infranqueable que otra cosa.

Diego Valor, una obra de ciencia-ficción, space ópera o aventura juvenil española, escrita y realizada por autores españoles. Paradójicamente, eso que debería ser su mayor virtud es su gran cruz: muchos lectores menosprecian esas obras por el mero hecho de que no están escritas y dibujadas por autores extranjeros, y las editoriales, como siempre, les dan lo que piden. Así nos encontramos con autenticas bazofias extranjeras traducidas (y pagadas, porque los traductores también comen), en ediciones de lujo, mientras aquí obras mucho mejores no encuentran editor. Esta es exactamente la postura opuesta a la del aficionado norteamericano, quien no siente el menor interés por la CF no anglosajona porque está acostumbrado a la suya, y los editores de aquel país, del cual sólo copiamos lo que nos da la gana y no siempre lo bueno, no quieren ni oír hablar de publicar un autor extranjero, el cual, encima de que seguro que venderá menos, les va a costar más dinero porque tienen que pagar su traducción. ¿Alguien lo entiende? Pues ESO es lo lógico, no lo que pasa aquí

Con todo esto queremos decir que es preciso un cambio en la mentalidad del aficionado hispano, quien debe leer lo se hace aquí al menos tanto como la de fuera Si hay una demanda de autores españoles, las editoriales los publicarán (lo que buscan es obtener beneficios). Y en cuanto las editoriales se den cuenta de que los españoles también venden, y encima les resultan mejor de precio, vamos a tener abundancia de tebeos autóctonos. Y ese hecho va a potenciar la aparición de más autores y a hacer que esos mismos autores dibujen más y eso es lo que sucedió en los años 40/50, La Edad de Oro de la historieta española. Es un ciclo, solo hay que decidirse a iniciarlo: la primera palabra la tiene el lector.

No todos los tebeos buenos de CF se han escrito estos últimos años. Hay obras más antiguas que merecen ser leídas y disfrutadas por el lector de hoy en día, que son perfectamente merecedoras de ser rescatadas por algún editor para ser reeditadas, ya que son inencontrables desde hace mucho tiempo, y sus autores merecen nuestro reconocimiento público por su labor.

En el sendero de gloria y de penas del tebeo español de CF, Diego Valor es la historieta por antonomasia


Manuel López

Diego Valor (Primera parte)
 
Diego Valor (Segunda parte)