martes, 28 de abril de 2009

¿Qué versión te gusta más?


El Guerrero del Antifaz visto por Tortlon




El Guerrero del Antifaz visto por Doctor Cataplasma





El Guerrero del Antifaz visto por Bentxi

Imágenes extraídas de aquí:
http://tortlon.blogspot.com/2008/06/el-guerrero-de-la-interfaz.html

sábado, 25 de abril de 2009

El Guerrero y El Aguilucho vistos por Pepe Palma


El Guerrero del Antifaz, visto por Pepe PalmaA continuación os presentamos unos bocetos rápidos que el dibujante e ilustrador profesional Pepe Palma realizó sobre una posible versión modernizada de El Aguilucho pensada para hacer en dibujos animados(solo es un proyecto).En ellos se pueden ver a Pimienta, Brazos, Marcel y un personaje inventado que es una chica. Según me cuenta Pepe son bocetos hechos una tarde de verano, una aproximación a la obra de Gago.
El Aguilucho por Manuel Gago

El Aguilucho por Pepe Palma


Brazos por Manuel Gago


Brazos por Pepe Palma

Pimienta por Manuel Gago


Pimienta por Pepe Palma


Personaje femenino inventado por Pepe Palma, Aguilucho y Pimienta.
En el blog de Pepe Palma podemos ver diversas muestras de su trabajo como carátulas de películas, proyectos de dibujos animados, ilustraciones y un largo etcétera. Recomendamos visitar con asiduidad la citada bitácora http://palma-toons.blogspot.com/
Carátulas, fotogramas, bocetos de este autor:



Agradecemos a Pepe la cesión de sus dibujos para ¡Voto a bríos! y le deseamos la mejor de las suertes tanto en el ámbito profesional como en el privado.

Sobre El Aguilucho de Manuel Gago

Ficha técnica:
Año:1959
Ejemplares 68
Dibujo: Manuel Gago
Guión: Manuel Gago
Tamaño 17 x 24
Editorial Maga
Se publicó un almanaque para 1961 compartido con Pequeño Pantera Negra (Almanaques unidos), cuya portada fue realizada por José Ortiz

Galería con todas las portadas recopiladas por Mario Martínez Montesinos:



Editorial Valenciana volvió a publicar la colección en 1981, esta vez en 42 ejemplares de 16 páginas y a todo color

Ficha y todas las portadas de la edición a color en Tebeosfera:
http://www.tebeosfera.com/obras/publicaciones/aguilucho_el_valenciana_1981.html

Sobre la colección un pequeño comentario extraido del libro "La magia de Maga" escrito por Paco Baena.

"La colección arranca en el marco de un clásico guión, aunque a los pocos números evoluciona hacia derroteros bien distintos que le aportarán frescura creativa. Lo mismo sucede con la vertiente gráfica. Gago parece tomar conciencia de que el dibujo de los primeros cuadernos no sobrepasa el nivel de boceto, y en adelante se mostrará más cuidadoso y eficaz. La colección alcanzó un rotundo éxito, poniendo de relieve que apostar por un protagonista adolescente era una clara postura de garantía".


Página original de El Aguilucho.

domingo, 19 de abril de 2009

Así dibujaba Manuel Gago:"El Corsario sin rostro"




Portada original coloreada de El Corsario sin Rostro





Manuel Darías
Diario de Avisos 18 de Junio de 2006

Manuel Gago (1925-1980)ha sido uno de los más brillantes y personales historietistas del tebeo clásico español. Fue un dibujante prolífico que, a pesar de la gran cantidad de trabajo diario que, por una u otra causa, se vio en la obligación de afrontar, siempre supo dar un plus de calidad a sus realizaciones debido a sus extraordinarias facultades artísticas, posiblemente sin parangón en la historia de nuestro tebeo realista.

En 1943, después de foguearse con algunas obras menores, crea "El Guerrero del Antifaz", un héroe medieval que le da una notable popularidad y que refreenda luego con series tan afamadas como "El Pequeño Luchador", "Purk, El Hombre de Piedra" y "El Espadachín Enmascarado", entre otras muchas.

En 1959, para su propia editorial Maga, Manuel Gago estrena "El Corsario sin rostro", un serial del género de piratas que presenta en el formato de cuadernillos apaisado, típico de la época. Los primeros números de esta saga aventurera son, en mi opinión, de lo mejorcito que jamás realizó el gran genio de la Escuela Valenciana. La página que ahora presento como muestra de su arte, así lo evidencia. Disfrutemos pues con el inolvidable maestro.
Manuel Darías


En el enlace está a nuestra disposición la ficha que Tebeosfera dedica a esta colección y la galería con todas las portadas:
http://www.tebeosfera.com/obras/publicaciones/galeria/corsario_sin_rostro_el_maga_1959.html
Listado de todos los episodios:

Diverso merchandising editado por EL BOLETÍN

Imán de El Corsario sin Rostro

Llavero de El Corsario sin Rostro

Pins de El corsario sin Rostro

sábado, 11 de abril de 2009

Leer El Guerrero del Antifaz on line.








En este enlace se pueden leer on line , por ahora, los doce primeros cuadernos del Guerrero del Antifaz sin necesidad de descargarselos ni de darse de alta ni de nada por el estilo.

http://www.youkioske.com/search.php?search=el+guerrero+del+antifaz&tag=true

También es posible leer on line todo tipo de publicaciones como El Jueves, El Mundo, El País y diversos tipos de revistas.

martes, 7 de abril de 2009

El Cristo de Rivera



El “Cristo de Rivera”, la obra más importante del artista albacetense Diego Rivera.
Valeriano Belmonte. Albacete. 4 de Junio de 1989


La Guerra Civil había terminado y una España maltrecha y dolorida comenzaba a resurgir. A todos los rincones de la península llegaban vientos de paz. Lágrimas, ausencias, recuerdos, pérdidas, alegrías...

En Albacete, un hombre, un artista había seguido los avatares de la larga contienda entre pinceles y óleos, esculturas y lienzos, envuelto en la tensión de unas jornadas dramáticas. Noticias trágicas, semanas interminables, el ruido de los bombardeos, el llanto interminable, nervios desatados y la desesperación que reinaba sin cesar.

Diego Rivera, el pintor albaceteño, en el esplendor de su creatividad, quiso simbolizar aquel final de la guerra. Paisajes, retratos, bodegones y bocetos y apuntes y esculturas de todos los estilos y tamaños llenaban su casa estudio, la espléndida vivienda de Onésimo Redondo, ahora de Antonio Machado. Faltaba allí una figura. Y lo mismo que dos años atrás el mítico Picasso había reflejado en su famoso “Guernica” los horrores de la guerra, Diego Rivera quiso plasmar la maravilla de la paz, esa paz que por fin llegaba. La figura pensada por nuestro artista sería la de Cristo, un Cristo que dejaría huella en aquellos momentos históricos de 1939. Así surgió “El Cristo de Rivera”, un Cristo hermosos, una escultura de pequeñas dimensiones pero magnífica.

El maestro del célebre Manuel Gago, creador, precisamente en el mismo lugar de aquel “Guerrero del Antifaz” que ha pasado a los anales del cómic español, trabajó durante varios meses entregado a la figura del redentor, mimado, acariciando cada una de las parcelas de su obra, la cual fue cobrando forma. Un rostro delicado, perfecto, con unos ojos semiabiertos que llegan a lo más profundo de nuestro ser, una expresión indescriptible de amargura y angustia, de resignación y esperanza. La Cruz es también distinta, como lo es la corona de espinas. Brazos y piernas modelados con adoración. El pecho del Salvador es como un refugio de salvación, como el rincón al que hay que acudir para estar libre de todo riesgo. Rivera dejó por un corto espacio de tiempo los encargos que tenía y se dedicó por completo a su Cristo. Cuan do quedó concluido, los alumnos de su academia pudieron admirar su obra, que ocupaba lugar preferente en la casa y en él se inspiraron muchos de los que luego, tras un tiempo de aprendizaje, llegarían a alcanzar la fama. Años más tarde, Manuel Gago se fijaría también en aquel Cristo impresionante para confeccionar al padre del que sería su máximo personaje. El Conde de Roca, progenitor de “El Guerrero del Antifaz”, guarda con el Cristo de Rivera un gran parecido, especialmente cuando prisionero del pérfido Harum y despojado de sus ropas, se encuentra amarrado a un poste de tortura.


Han pasado cincuenta años de la creación de la entrañable escultura y, tras medio siglo salpicado de aventuras y desventuras de un Albacete renovado, el Cristo de Rivera continúa ocupando un lugar privilegiado en el estudio del genial pintor manchego.

Valeriano Belmonte



Sorprendente escrito en el que el albaceteño Valeriano Belmonte nos aporta datos que desconocíamos, como la supuesta influencia del pintor Diego Rivera en Manuel Gago. Lo que sí parece claro es la inspiración en las imágenes sacras de algún Cristo o Descendimiento de la Cruz en determinadas escenas de la serie, como la ya citada del Crimen de Harum, cuaderno nº 26.
El rey de la selva de Zata
En una conversación mantenida con Fernando Bernabón sobre el tema, éste me apunta que no es el único caso de cómic de la época en el que se vislumbren reminiscencias de la imaginería religiosa y me señala el cuadernillo El rey de la Selva de Zata donde hay una escena en que aparece el protagonista yaciente en el suelo que bien pudiera haber tenido como modelo a un Cristo de la pintura o escultura clásica

lunes, 6 de abril de 2009

¡10.000 visitas!


Acabo de darme cuenta de que hemos ya sobrepasado el número redondo de 10.000 en el contador de visitas. Poco a poco desde el comienzo del blog a finales de Julio ha ido aumentado el ritmo diario de visitantes de Voto a bríos, a los cuales agradecemos su presencia y les invitamos a que sigan pasándose por aquí, porque nos esperan muchas sorpresas en los próximos meses sobre Manuel Gago y sobre el tebeo clásico en general. Agradecer también a Manuel López sus excelentes artículos y a todos los que en menor o mayor medida han colaborado con el blog. Gracias a todos.

Castor



Artículo escrito por Manuel López

Ficha Técnica
Castor – 1962
Guión y Dibujo: Manuel Gago
Editorial Maga – 42 números
Reedición – El Boletín

Los cuadernos de aventuras han conocido en España casi tres décadas de éxito, tanto comercialmente como por la popularidad alcanzada por éstos. En este tiempo, años cuarenta hasta principio de los sesenta, se editaron cientos y cientos de cuadernos que abarcaban todas las variantes posibles de la aventura. Uno de máximos exponentes fue, sin duda alguna, Manuel Gago uno de esos muchos autores que florecieron en la posguerra. Aprendió el oficio sobre la marcha. Poco a poco fue imponiendo un estilo, una forma de narrar realmente insuperable.

Creó un personaje y fue una de las mejores series que nunca la historieta autóctona ha publicado. Su indudable talento y profesionalidad, le permitió el dominio que ejerció sobre el escenario de la historieta española durante mas de 20 años. En 1962 su talento creativo nos ofreció un personaje, que a pesar de lo limitado del formato en que fue lanzado, contiene algunos de los momentos más brillantes y antológicos de la historieta española: Castor, que al igual que sus homónimos Purk el Hombre de Piedra y Piel de Lobo, transcurren en la Edad de Piedra donde la fantasía más desbordante se constituye en motor fundamental de la acción.

Releyendo la serie de Castor, se explica perfectamente el porqué de su aceptación y popularidad. En primer lugar es un héroe juvenil en el que el lector se veía reflejado. En segundo lugar la colección está concebida sobre un esquema aparentemente sencillo pero que no es tal si se lee con cierto detenimiento. En tercer lugar posee un dibujo ágil en el que las figuras parecen estar en continuo movimiento, llenos de una incansable vitalidad. Castor despierta sensaciones en el lector, el personaje nos agrada, y está tratado de forma correcta por el autor, por lo que no resulta difícil la identificación con el personaje. Para crear un personaje que logre seducir al lector, hay que tener en cuenta el talento y la sensibilidad que poseía el malogrado Manuel Gago.
Esas son las premisas de Castor, donde a pesar de la premura de su realización (no olvidemos que Gago llegó a realizar mas de cuatros series distintas a la semana), nos demuestra, una vez más, ser un historietista nato.
Las aventuras de Castor se enmarcan, como ya hemos dicho, en unos supuestos “albores de la humanidad”, y el desencadenante de sus aventuras es la recuperación del fuego, el cual ha sido robado por una tribu hostil merced a la traición del despechado “Cuervo” que ha sido rechazado por la hermana del héroe.
Después de un sin fin de aventuras donde encontramos títulos tan inmensos como: El bosque del misterio, La horda salvaje, El bosque en llamas, A galope tendido, y en especial La horda silenciosa, donde un pueblo que camina arrasándolo todo a su paso hasta morir de agotamiento, resulta verdaderamente original.
La serie termina con el mas anciano de la tribu dirigiéndose a los lectores a los que dice: durante muchos años se contará de generación en generación la historia de Castor, el primer hombre que ganó la amistad del perro y del caballo que ya no se separaran jamás.
El dibujo de Gago en Castor puede parecer un tanto descuidado en ocasiones, debido, como ya hemos señalado, al acelerado ritmo de producción a la que estaba sometido, pero goza de gran atractivo, destacando de forma clara las virtudes de su inigualable estilo, muy especialmente en las escenas de lucha. A Gago se le podrán discutir muchas cosas, pero nunca su enorme entrega al medio, aún en sus obras menores siempre destaca esa sensación de movimiento en sus figuras.
Dibujo de Manuel Olalla

Sin embargo, lo mejor de todo es que la puesta en página se ha contemplado como uno de los puntos esenciales de la narración, de fácil lectura, con una continuidad que aún hoy muy pocos autores han igualado, con lo que sus historias discurren de forma lógica, o al menos todo lo lógicamente que permiten las pautas del género en el que principalmente se circunscribe el cómic de aventuras.
Resumiendo: En esta obra hemos encontrado una narración que puede ser comparada con cualquier otra de entre las mejores creadas por Manuel Gago.
Manuel López

viernes, 3 de abril de 2009

El no tan casto ni tan puro guerrero del antifaz



Artículo escrito por Drywater

Hace pocos días pude indigestarme a placer de un empacho de “Las nuevas aventuras del guerrero del antifaz”, comic español y moderado, tal vez para esquivar la censura franquista. Los detractores argumentaban que los paisajes eran casi inexistentes y que los personajes estaban poco matizados. Los incondicionales resaltaban el dibujo en sí y la sensación de movimiento que desprendían las figuras.Tampoco había que rasgarse las vestiduras con un tebeo de espada, si bien es cierto que uno a veces tenía la sensación de que el guerrero siempre hacía lo mismo:1) Irse a por uvas fuera de España.2) “Recomendar” a Li-Chin que no le siguiera, pero sin mucho énfasis.3) Encontrarse con el cacique de turno, más pérfido y malo que el anterior, y que nunca aceptaba la amistad del guerrero.4) Ser apresado, y Li-Chin violada sin contemplaciones por el jefe (luego daba una paliza a los segundones que querían las sobras).5) Soltarse y matar al malvado.5’) Soltarse y ser salvado por Li-Chin que mataba al malo.6) Irse a otra parte, a menudo seguido por una mujer enamorada, de intenciones ambiguas.Releyendo las nuevas aventuras de adulto he reparado en dos aspectos del guerrero que me han parecido muy curiosos o cómicos. Primero, la invencibilidad de nuestro héroe. Por fuerte, creído o hábil que fuera el malo acababa palmando siempre, normalmente con una facilidad abrumadora del cristiano en comparación con su primer encuentro, donde a menudo perdía. Segundo, el sex-appeal de don Adolfo, capaz de enamorar a todas las féminas de cada episodio –con la honrosa excepción de Sarita- vestido, con cota de malla, antifaz y casco. ¡Sí señor! Siempre había tema o una manifiesta intención de abrazar la cruz por parte de la musulmana o morisca correspondiente. La pelea de gatas, entre Li-Chin y las rivales, se libraba a un nivel sibilino, a veces llevado al plano físico. La otra solía acabar trágicamente, violada y asesinada por piratas, comida por tiburones, abatida por un hacha, ensartada por musulmanes, apuñalada por la espalda. Pero lo verdaderamente flipante era la actitud del guerrero. “No, yo estoy casado…, mi esposa y mi hijo…, Li-Chin, solo quiero tu amistad…” Pero en el fondo se huelgó con la china al menos un par de veces, puede que más. Tampoco se libró de consolar a otras de modo sutil, el tebeo a veces no es muy explícito: Soraya, Sandra, Amancia. Con otras es seguro que no hubo tema: Nasita, Sabina,… En cualquier caso el guerrero del antifaz no hizo grandes esfuerzos por mantenerse abstenido, pese a tener esposa, hijo, una poderosa fe católica y un aparente desinterés por asuntos amatorios. Un auténtico mego, vamos, capaz de “consolar” a una pensando que está con otra, o de pedir a Li-Chin, cuando la pobre china ha decidido dar su amor a Shantal Kir, que vuelva con ellos porque quiere tenerla cerca, eso sí, como amigos. ¡Menuda jeta enmascarada!En resumen, que el conde de Roca, tan fuerte, viril, católico, justo y centrado, cae en media docena de camas con la indiferencia del que pela un besugo, casi por no violentar a sus anfitrionas. ¡Será posible! Con lo fácil que hubiera sido dejar a Ana María con Ramiro o con Olaf, que morían por sus huesos (de hecho mueren por culpa de ellos), y afincarse en la isla amarilla, en el oasis de los Kir o en el mar Muerto con la mariposa oriental y recuperar todos los coitos perdidos…Una última cuestión… ¿por qué cojones llevaba antifaz un conde que todo el mundo conocía pero cuyo rostro no era en absoluto asociado a él?
Publicado por Drywater y extraído de este blog: